En los tiempos en que los altos elfos libraban batallas contra las innumerables hordas del caos, bajo el mando del poderoso Aenarion, los dragones estaban de su lado. Eran tan poderosos que solo encontraban rival enfrentandose a los grandes Demonios. A lo largo de la guerra la batalla entre estos seres eran épicas, pero sin duda el duelo más famoso fue durante la batalla de la Isla de los Muertos, donde Aenarion y su Dragón Indraugnir se enfrentaron a cuatro grandes demonios, cada uno enviado por uno de los dioses del Caos.
En esa misma batalla tambien se encontraba el príncipe elfo Learfin y su montura Galrauch. Conocido como Galrauch el Dorado por sus brillantes escamas, era hermano de Indraugnir el más poderoso de todos los Dragones y el único de su especie que le superaba en fuerza.
Durante este batalla, Learfin y Galrauch se enfrentaron a Garradefé, el Señor de la Transformación que dirigía los ejercitos de demonios. Haciendo uso de su poderosa magia, Garradefé mató al principe élfico. Enloquecido por la muerte de Learfin, Galrauch se abalanzó contra el Señor de la Transformación, que sorprendentemente no hizo nada por defenderse salvo sonreir de forma malevola. Galrauch le arrancó la cabeza de un mordisco y el cuerpo del demonio estalló en una neblina multicolor que envolvió al dragón enfurecido, para luego desaparecer bajo su carne.
Los elfos celebraron con júbilo la victoria de Galrauch, pero la alegría duró poco. El cuerpo del Dragon empezó a sufrir violentas convulsiones. Para horror suyo, el dragón empezó atacar a los elfos con su aliento de fuego, pero en lugar de quemarlos, provocaba locura y mutaciones entre las filas de los Altos Elfos. Galrauch empezó a mutar. La piel del dagón corrió como el agua y de ella surgían rostros que lanzaban albanzas a Tzeentch, de su carne surgían tentáculo y puas malsanas y finalmente, la noble testa del dragón se partió en dos hasta la base del cuello convirtirndola en una monstruosidad de dos cabezas.
Al principio el demonio-dragón atacaba a las filas del ejercito Alto Elfo, pero luego uno de las cabezas empezó a atacar a la otra, lo que significaba que el espíritu del noble Galrauch no había sido destruido y que todavía luchaba contra el demonio que poseía su cuerpo. En este momento los Elfos aprovecharon para atacar al Dragón. Finalmente el demonio logró ganar el control sobre el cuerpo, pero dado que los demonios habían sido derrotados por los Elfos se vió obligado a huir.
Oculto durante siglos, que pasaba durmiendo la mayor parte del tiempo y cuando despertaba, era para llevar las destrucción a la tierra de los mortales, entre las que se encuentran el asesinato del rey Thurgrim Puño Petreo y de toda su familia y la destruccion de la ciudad de Languerre de Lac. Se dice que es el padre de todos los dragones del Caos así como de muchas criaturas maléficas que nacieron de su sangre y de su maligna hechicería.
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